martes, 14 de marzo de 2017

Has descubierto que son distintos - Reflexiones de la vida



Si vas a separarte porque has descubierto que tú y tu esposa son distintos, estás cometiendo un error. 

Los seres humanos se casan porque se aman, no por creer que son iguales.

Dios hizo al hombre y a la mujer diferentes, casi opuestos, para que se atraigan y complementen en todo. Para que, en matrimonio, los dos sean uno y perpetúen la especie. 

Ese mensaje de unión y ayuda mutua que debe haber en las parejas, nos lo puso El Creador en el organismo como para que jamás lo olvidemos. 

Tenemos dos brazos que parecen iguales pero no lo son. Están colocados en sentido contrario; cada uno en su lugar cumple su misión. Lo que hace el izquierdo, no puede el derecho; pero juntos construyen el mundo.

Tenemos dos ojos, aunque parecidos son diferentes. Uno ve más lejos que el otro, y éste, tal vez, con más claridad que el primero. Uno solo, ve con dificultad, pero ambos divisan el horizonte y llenan de luz la vida del ser humano.

Tenemos dos piernas con la misma figura, sin embargo la derecha es casi siempre mas larga que la izquierda y no por eso, es mejor o vale más. Una sola, no avanza, se cae, pero las dos se apoyan entre si, y gracias a ellas, camina el género humano. Ten paciencia.
Con el tiempo comprobaras lo maravilloso que es vivir con el ser que se ama. Lo que no puedas hacer tu, lo hará ella, o visceversa y juntos podrán alcanzar el cielo. Si dejas de verla con ojos críticos, hallarás motivos suficientes para seguir a su lado toda la vida. 
El matrimonio, gracias a Dios; es así.

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